sábado, 18 de abril de 2009

El encuentro I

Era 13 de abril, nunca me había detenido a pensar en cómo sería todo si no hubiera nacido; si no existiera; si nadie me conociera; si no pudiera hacer nada… Caminaba por la calle completamente hundida en mis pensamientos, cuando al tropezar con la acera, se me cayeron los libros que llevaba en la mano. Los cogí con resignación y los acarreé. Mi mochila todavía no había secado desde la última vez que mi madre la lavó. Seguí caminando hasta que al fin llegué. Allí estaba. Era enorme. Aunque se hallaba en un lugar un tanto sombrío para mí gusto… Era mi nueva casa. Estaba a las afueras de la ciudad donde ya no había tantos edificios ni coches. Era un lugar tranquilo y en el que no iba a tener ninguna preocupación por el espacio. A la puerta estaban mis padres esperándome para enseñarme la casa por dentro. Yo volvía del instituto; sus seis horas se me habían hecho eternas esperando a que tocara el timbre para ir caminando a nuestra nueva casa. Posé los libros en la mesa de la sala. Todavía nos quedaban pertenencias por transportar; entre otras mi mochila. Aunque supongo que con la llegada de mi cumpleaños, el 18 de éste mes, me comprarían otra porque ésta ya estaba muy vieja y rota. Seguidamente de ver toda la casa,-como aquel día no tenía apetito- fui a mi nueva habitación en la que ya habían instalado un ordenador, un escritorio y una cama, y me puse a descansar en aquel mullido colchón. A las 17:00 me despertó un golpeteo de nudillos en la puerta. -¿Se puede?- dijo una voz ronca y cascada. -Si, adelante- contesté a mi padre. Asomó la cabeza por la puerta. - ¿Qué quieres? Estaba durmiendo-. - Me gustaría saber si vas a venir al piso a por tus cosas- me propuso. - Si; pero dame tiempo a levantarme y peinarme- le dije apresuradamente. - Claro- cerró la puerta y se fue. A toda prisa, me recogí el pelo en una coleta; era lo más sencillo y práctico a la vez. Bajé las escaleras rápidamente con cuidado de no caerme y entré en el coche. Mi padre, -que por cierto, su nombre es Javier- me estaba esperando ya con el cinturón abrochado.

1 comentario:

  1. Está muy bien, hombre, hay cosas en las que se nota la falta de práctica pero salvo eso...
    A ver como sigue!
    Un beso

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