martes, 17 de noviembre de 2015

El preciso soplo

En la delicadeza somnolienta
del suspiro que estampas contra mi mejilla
veo la complejidad de tu sencillez;
veo momentos exclusivos de dos,
en cualquier lugar y situación,
por cualquier motivo
o sin él.
En tu suspirar, amor,
veo la lumbre que con ilusión
inspira mi hogar este invierno,
veo la ternura y la celeridad
de aquella estrella al pasar,
cuando todo al rededor se ofuscaba.
En cada despertar
se despabilan nuevas evocaciones,
pero siempre, amor, siempre
en tu suspirar veo la mar
con dos cuer[d/p]os chalados
dejándose por sus pies llevar
hacia el titubeante horizonte,
cogidos de la mano,
con seguridad
calando zapatos, medias, vestidos.


Ahora abandono esta biblioteca
a la que vine para guardarme del frío

hago clic
suspiro
pienso en ti

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Orión

No sé qué soñé
la otra anoche;

podría ser con cisnes
que curvaban sus cuellos
dubitativos como garfios.
Podría ser que a un bufón
iban mis pertenencias a parar
-pérfida fosa nasal
que de la mar condensas el temblor-.
Podría ser
que charlaba con una mariposa
viendo el atardecer,
brillante como fósforo
al arder.
¡Podría ser!
O con un extraño que me seguía...

...y al correr tropecé con una cama,
grande como la mía
-la nuestra-,
que me sacó del onirismo.
No te podía oler...

"Anoche, de fiesta,
nos hemos resfriado"

Improvisaste tu modesto amanecer
en el que refulgías
como el "espadachín del cielo";
estiraste los brazos
apuntando contra mi pecho y

al clavar
tu iris en mi iris, mi cuerpo te mendigaba,
ya el cerebro gimiendo entre la oxitocina y tu lazada.