jueves, 28 de mayo de 2015

Horizontes extraños

Perdió su fuerza la mar,
encerrada en el tiempo,
al temerse y dudar
de sí misma;
dejó de sentir su bramido
pero no el eco
de lo que la resaca arrastraba.

Retrocedió
casi veinte siglos
que perdió
por sólo instantes
de calma,
sintiéndose invencible
en cada mudanza.

En el nuevo despertar
no habrá sol;
sólo sombras
de lo que antes veía mejor:
un horizonte confuso
que al cielo roba color
y al agua, su sinuosa cadencia.

sábado, 9 de mayo de 2015

Awake

¡Agitad vuestros sueños,
compañeros míos,
que bullan entre el lodo!

Que no os hechicen
rectangulares pantallas
de brillantes píxeles,
holladas con las huellas
de vuestras hieráticas yemas.
Apartadlo de vosotros
como ya hicisteis antaño
con peluches y muñecos
al ahogar el vivificante candor
que por sus telas corrió.

No me busquéis en lo fácil,
pues no seré yo;
tan sólo será mi reflejo
acabado, vago y desleal,
del que no tengo propiedad.
             

Blanquinegro

Sus lágrimas son letras
en noches tragicómicas
escritas para una amiga
que ronda su cabeza.
Él tiene del gran astro
                                    la fuerza


Sus sonrisas son versos
que quieren emanciparse,
lentamente perfectos,
perfectamente rectos,
de la trivialidad 
                          en las mañanas


Él es lo más puro que conozco:
lo sencillo y lo difícil,
la abulia y la apetencia,
la música y el silencio,
lo es todo 
                  al mismo tiempo



Gualda noche

Por fin no temo la maldad
de los ladrones de paz.
No temo al dolor en mi gesto.
Hoy sólo temo hacerlo mal
y que renazca el sentimiento
                           de haber muerto.

Sentiré las palabras
que cantas desde tu cama
desvelando mis pensamientos,
en el mutismo del recuerdo,
en la claridad del abrazo,
en los besos a incendio lento.

Al paso de las lunas,
tu esbozo más se aleja;
con el reflejo en ellas
me observas,
tierno y gentil,
dormir a oscuras.

Nadie negará las sonrisas,
el brillo en los astros,
el color en las mejillas,
defenderé y recordaré
la felicidad en los rostros,
el bramar en los corazones.

Cuando los pensamientos choquen
en el vasto universo,
sabrán que breve fue lo intenso
del denuedo en los latidos,
brotando como flores
al borde del suicidio.