Tuve días y días:
días
claros,
días
mustios,
días
ocres y días tintos.
Días
extintos, absurdos y ardientes,
días
elegantes, días escurridizos
de
serpiente.
Días
tocayos: días días.
Y
días diferentes:
días
noche.
Todos
de veinticuatro horas:
algunos
atemporales,
otros
de largas demoras,
vagos,
fluidos o puntuales.
Ninguno
fue perdido;
cada
uno necesario,
[en parte.