viernes, 31 de agosto de 2018

22 agostos

Esta vida que es río no espera;

Corre el agua que se mata

Por hacer girar la rueda.

 

Y yo, al final,

Sólo ambiciono ser escombro:

Viejo, seco, acabado…

Polvoriento mármol,

Acorde ahogado,

Que se lleva en paz el viento,

Olvidado.

 

Escombro, pero amante,

Amado;

Sintiente, soñadora sombra

De otro tiempo,

De otra gente

Con la que compartió su alma viva,

Sombra que apostó por quien le quitaba dolor

Y le daba vida.

 

Eso quiero ser

Cuando mi sangre mueva el molino:

Nada del otro mundo;

Deseo haber sido un abrazo,

Un motivo

-algo raro, al fin y al cabo-,

Un corazón reforzado,

Tranquilo.

 

Pido que mi agua

Llegue tan densa a la postrera muela,

Que rompa sus engranajes

Y manche de carmín toda la piedra.

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