domingo, 3 de noviembre de 2013

Revolución (I)

De un juvenil estío entre el caluroso jolgorio,
dos sombras se topan junto a la mar.
Emprendiendo el viaje -tal vez vacío-
hacia la desértica orilla, recorren la soledad
en la noche feraz de paisaje, limpia de gentío.  

Sobre polvo acunador. Bajo sideral cúpula.
Pausadamente comienza la diversión.
Tiznados de cósmica antracita, el bullicio es ajeno.
Él pierde los papeles. Ella prepara el guión.

Las ondas serán del escenario el telón.
Balanceándose indecisas muestran el teatro;
chorreando interés aplauden suave las rocas.
Por fin presentan la función.

Los protagonistas comienzan la danza:
mecidos, como el vaivén de la añil tela;
en una pacífica justa, como la marítima ovación;
con suavidad, reflejo de las caricias de seda;
jóvenes, frescos, como en su inédita actuación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario